El apartamento

Este apartamento acogedor en París es un remanso de paz en el corazón del Marais, a unos pasos del Centre Pompidou. La entrada da frente a la habitación principal, la cual reúne la sala y la cocina comedor. Los colores ligeros y tonos suaves de gris, gris claro y gris lavanda crean una atmósfera tranquila en el corazón del ajetreo de la capital.

La chimenea de mármol, balcones de hierro forjado y grabados antiguos, reproducciones de las pinturas renacentistas (Miguelángel, Titian), agregan un carácter muy parisino.

En la sala de este apartamento acogedor en París, las vigas expuestas de color blanco otorgan un toque refinado, mientras que una mesa separa la cocina de la sala y ofrece un área ideal de cena para desayunos cordiales.

A la derecha de la puerta frontal está el baño, con su puerta decorada con espejos. A la izquierda está una de las dos habitaciones dobles, bañada en luz suave gracias a sus dos ventanas con vista al norte. Finalmente, al final de la sala, a la derecha, está el segundo dormitorio doble, en un tono gris lavanda más intenso, mejorado por dos dibujos de líneas para un descanso minimalista.

Ropa de cama y lavabos

Este apartamento acogedor en París consiste en:

• 1 dormitorio con 2 camas sencillas ajustables (2 x 90 x 200 o 180 x 200);
• 1 dormitorio con una cama tamaño Queen (160 x 200);
• 1 sofá cama doble (160 x 200) ubicado en la sala de estar;
• 1 baño independiente con sanitario incluido.

El vecindario

La Rue du Temple, muy cerca de este apartamento acogedor en París, retiene la memoria de un pasado medieval que ahora existe solamente en el nombre del distrito y en los nombres de las calles. En el barrio Temple se hallaba el  “Enclos des Templiers”. Los caballeros se establecían allí en el año 1170, y permanecieron allí hasta la disolución de la orden en 1312.

Una amena caminata junto a la plaza du Temple le lleva al Marché des Enfants Rouges, cuya historia data del 1628. Es el mercado cubierto más antiguo en París todavía en funcionamiento. Primero denominado "Petit Marché du Marais", toma el nombre "Les Enfants Rouges" en referencia al Hospice des Enfants Rouges, que existía en el mismo lugar de este mercado. Los residentes de este orfanato creado por Margaret de Navarre en 1534 usaban prendas de color rojo.

El Centre Pompidou no necesita más presentación, ubicado en la Place Beaubourg, pero también es necesario tomarse tiempo para visitar el Atelier Brancusi, reconstituido en la plaza frente al Centro. El Atelier en su estado actual no es una copia exacta del estudio del artista, anteriormente impasse Ronsin, pero Renzo Piano, a quien se le fue confiado el proyecto, ha sido fiel al espíritu del lugar. La Under Construction art Gallery no duda en tomar el reto de jóvenes talentos al ofrecer “primeras exhibiciones” de forma regular, así como también exhibiciones temáticas y exhibiciones personales alrededor de un artista contemporáneo.

Una parada de compras en Mellow Yellow, 32, rue de Turbigo: todos encontrarán un par de zapatos a su medida de estilo ligero y lleno de humor, muy parisinos.

Los placeres de la mesa son también lugares de reunión en las calles vecinas de este apartamento acogedor en París. Los aficionados al café tomarán su primera copa de cafeína del día en Café Loustic. En esta pequeña cafetería es una religión y el espresso es siempre de “origen sencillo”.

Para un ligero cambio de escenario en el almuerzo, nos dirigiremos hacia la 205, rue Saint Martin. El restaurante MG Road sirve cocina hindú del camino trillado, revisitado de forma brillante por Manoj Sharma, un reconocido chef londinense.

Una espléndida selección de vinos le espera en la tienda de víveresCausses, la cual ha adoptado los principios de la “comida lenta” y ofrece productos frescos de calidad: encontrará frutas y vegetales de huertos de legumbres, quesos y charcutería de pequeños productores, así como también condimentos y bocadillos vegetarianos.

A unos minutos a pie de este apartamento acogedor en París está la casa más antigua de París, el hogar de Nicolas Flamel. El mencionado reclamó poseer la piedra filosofal y la leyenda hizo de él un alquimista. Un toque de magia todavía flota en las premisas gracias al Auberge Nicolas Flamel, ubicado en la planta baja de la casa. Allí se sirven deliciosos platillos que encantarán sus papilas gustativas.